Un amigo comentaba que la manera más apropiada y hermosa de comenzar una fiesta es con una banda de música. Y así ha ocurrido con el Festival Internacional de Cuentos La Antigua Herrería, en Ezcaray, La Rioja. Un comienzo tan elegante como alegre. Después de hacer la ronda por el pueblo, desde las ventanas del albergue La Real Fábrica, los narradores del festival ofrecieron sus historias a los congregados en la plaza de la Constitución. Y el portugués Luis Carmelo inició la fiesta hablada convidando a los presentes a adentrarse en el mundo de los sueños cantando acompañado de su concertina, una hermosa nana lusitana. Los cuentos, dicen, nos lanzan al mundo de lo soñado, como las canciones de cuna invitan a los niños a adentrarse en el territorio fantástico de los sueños. Luis Carmelo nos acunó en el sueño de las palabras, para entrar en los caminos del festival como bebes arrullados.
La fiesta continuó en el Teatro Real de Ezcaray, donde los narradores Pep Bruno, Carles Garcia, Edu Sáenz de Cabezón y Joxemari Carrere siguieron invitando al público a adentrarse en el mundo de la imaginación, con la compañía de la música tradicional del grupo Triojanos.
Este festival sin interrupción, se traslado después a la localidad de Azárrulla para celebrar una cena cuentera en el Hotel La Antigua Ferrería, donde los comensales pudieron disfrutar, además de una suculenta cena, de las narraciones del grupo riojano El Patio y el lusitano Luis Carmelo; narraciones que envolvieron a los asistentes en un mundo de ternura y fantasía.
Y para terminar la jornada, para los más trasnochadores, la sesión golfa de cuentos en el bar La Cantina de Ezcaray. Cuentos desenfadados, desvergonzados, con palabras nocturnas, que descubrieron las sonrisas de los presentes y, quizás, más de alguna pasión oculta.
Ha comenzado el festival de cuentos en la montaña riojana, y los alrededores, como un niño dormilón, arrullándose en las palabras dichas, se adentran en el maravilloso mundo de los sueños, de los cuentos.
